La Fundación Ciudad de la Energía encendió ayer la caldera que debe contribuir a convertir el carbón en una fuente de energía limpia. El Centro de Desarrollo de Tecnologías de Captura de CO2, ubicado en la localidad berciana de Cubillos del Sil, celebró lo que sus responsables calificaron como «el hito más importante» de su corta historia. En la madrugada de este miércoles se procedió a encender la caldera de lecho fluido circulante, una instalación única en su género, y fabricada expresamente para desarrollar estos experimentos. Fue el llamado «primer fuego», nombre técnico con el que los expertos califican operaciones de este tipo.
Como
no podía ser de otra forma, el encendido se llevó a cabo con antracita
obtenida en las minas del Bierzo. Es un hecho de carácter, «más que
nada, sentimental», según destacó José Ángel Azuara, director general de
la Ciudad de la Energía (Ciuden), «puesto que esta caldera permite
trabajar con todo tipo de carbones, hullas, lignitos, y hasta coque de
petróleo».
El
objetivo no es otro que desarrollar experimentos con esos combustibles,
a fin de conseguir definir una tecnología útil para que puedan seguir
siendo utilizados como fuentes de energía, pero se eviten las emisiones a
la atmósfera de gases de dióxido de carbón (CO2), que provocan el
llamado efecto invernadero en el planeta. A partir de este momento, se
iniciarán las pruebas.
La
caldera de lecho fluido circulante tiene una potencia de treinta
megawatios térmicos y capacidad para consumir unas tres toneladas de
carbón a la hora, generando temperaturas superiores a los 540 grados
centígrados. En los próximos meses, se sucederán los ensayos «cambiando
parámetros de temperaturas, presiones, flujos de aire y calidad de
carbones, hasta conseguir el modelo más eficiente y barato de capturar
los gases de CO2 y evitar su emisión al aire», indicó José Ángel Azuara,
quien destacó que el proyecto, financiado por el Gobierno de España y
la Unión Europea, cumple todas las prescripciones dictadas desde
Bruselas y sitúa al país a la vanguardia de las investigaciones sobre
captura de dióxido de carbono. De hecho, las tecnologías que se
desarrollen en el Bierzo permitirán reducir en un noventa por ciento las
emisiones de esos gases, con lo que se cumplirán los compromisos de la
lucha contra el cambio climático.
El
director general de la Ciuden renovó el objetivo de «un proyecto
internacional fuertemente ligado a los estamentos de la Comisión
Europea, porque somos una planta de referencia en captura y
almacenamiento y no hay otro proyecto en Europa en esta posición de
liderazgo. Hay que mantenerla».
El
centro de Cubillos del Sil, bautizado como «Es.CO2», es el resultado de
una inversión de 128’4 millones de euros y cuenta con dos calderas para
la investigación. A comienzos de 2012 se iniciarán los primeros
programas de ensayos en oxicombustión comprometidos con la Unión
Europea. El complemento de este laboratorio es el centro de
almacenamiento de esos gases que se desarrolla en la localidad burgalesa
de Hontomín.