La ciencia puede ayudar a las energías renovables a despegar


El tema de energía limpia nos rodea. La marca de moda estadounidense Tommy Hilfiger acaba de lanzar abrigos de energía solar que cargan la batería de tu móvil con un precio de 599 dólares. Recientemente ha tenigo lugar en Perú la vigésima Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP20 Lima/ CMP10) y teniendo en cuenta el complejo panorama legislativo para las energías renovables, los políticos han fracasado hasta ahora en lograr una clara señal de apoyo a las renovables. El mundo está lleno de gas barato, el precio del petróleo acaba de desplomarse al precio más bajo de los últimos cuatro años, las emisiones de CO2 siguen creciendo, por ello, las energías renovables necesitan urgentemente despegar y saltar del laboratorio a soluciones que se pueden ejecutar en la vida cotidiana, y que sean más baratas que el despliegue de los combustibles fósiles, algo que hoy en día ya es posible gracias a las economías de escala.

 Para que las energías renovables pueden producir electricidad a unos pocos céntimos por kilovatio hora, se necesitan avances y se necesitan ya. Basta con darse cuenta de los impactos que importantes mejoras podrían tener, como paneles solares que puedan capturar la energía durante la noche, o soluciones de almacenamiento que tengan capacidad de competir con la gasolina en términos de densidad de energía y capacidad de liberar energía. Sólo entonces podremos desviarnos del ‘negocio como de costumbre’ en lo cual nos encontramos, y que está en camino de llevar la economía global a 45 giga-toneladas de emisiones en 2035.

Y luego, proporcionar electricidad a los casi 1.300 millones de personas que todavía no tienen ningún acceso a la electricidad, o para los 2.700 millones de personas que dependen del uso tradicional de la biomasa para cocinar puede repentinamente hacerse asequible. Afortunadamente, esto no es ciencia ficción. Las mejoras en eficiencia de la energía solar fotovoltaica en los últimos cuarenta años, por ejemplo han sido asombrosas. A día de hoy, las células de multiunión permiten una eficacia de conversión del 44,7%.

El rápido ascenso de la curva de eficiencia de una nueva clase de materiales como Perovskites es aún más emocionante, ya que absorben la luz mejor en todo el espectro solar visible y tienen una movilidad del transportador superior y longitudes de difusión más largos que aumentan la absorción de carga y permiten más producción de electricidad. En almacenamiento, nuevas combinaciones como las de litio y azufre tienen el potencial de aumentar drásticamente la densidad de energía en las baterías y reducir su coste – o casi: el almacenamiento debe ser mucho más barato y adaptado a los patrones de demanda de energía. No nos equivoquemos: Conseguir la transición energética correctamente es uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo.

La energía es la madre de todos los mercados. Y los avances en la ciencia son la clave para avanzar notablemente: no hay sustituto para los inventores que necesitan crear la próxima generación de soluciones. Tenemos que apoyarnos en los notables avances en campos como la ciencia de los materiales y la nanotecnología, tecnología de la información, ingeniería y otras ciencias naturales, para solucionar el problema mucho más rápidamente, y acortar el ciclo de la innovación. Seamos sinceros; la energía solar fotovoltaica tardó más de cien años desde el primer descubrimiento del efecto fotovoltaico de Becquerel en 1839, hasta que Bell Lab desveló la primera célula solar de silicona utilizable en 1954; con una eficacia de seis por ciento.

Hoy, por desgracia ya no tenemos el tiempo de nuestro lado. La tarea es esta: dar con avances analógicos y haciendo que la transición energética sea real desde hoy mismo. Las personas están al centro de innovación. Si usted trabaja en algo que tiene el potencial de ser la próxima maquina a vapor o Internet, y puede ayudar a las renovables a despegar, el momento para dar un paso adelante es ahora. Vamos a traer una economía cien por cien de energía renovable a la vista.